domingo, 25 de septiembre de 2011

PLAZA MAYOR

La Plaza Mayor de Madrid es uno de los lugares más emblemáticos de la capital: un punto de encuentro permanente al haberse convertido con el tiempo en el centro de la vida social y cultura de la capital. Sus orígenes se remontan al siglo XV, cuando era conocida como la Plaza del Arrabal ya que se encontraba fuera del recinto amurallado, siendo el lugar donde se regulaba el comercio de forma natural de la ciudad y donde se construyó una lonja al efecto. Más tarde, cuando Felipe II trasladó la corte a Madrid, el monarca encargó el proyecto de remodelación a Juan de Herrera, aunque sería Juan Gómez de Mora quien se ocupase finalmente de las obras. Éstas se iniciaron en 1580, para lo que tuvieron que demoler las edificaciones existentes en la manzana. La primera construcción que se levantó fue La Casa de la Panadería, en el solar que anteriormente utilizaba la antigua lonja, en 1619. Está  ubicada en el lado norte, justo en el centro. Debe su nombre a que en un principio fue la tahona principal de la ciudad aunque en la actualidad es utilizada por el Patronato de Turismo de Madrid, habiendo tenido diferentes usos a lo largo de la historia. En la parte superior se encuentra el Escudo de España con las armas en tiempos de Carlos II después de la independencia de Portugal. Justo enfrente de ella se encuentra La Casa de la Carnicería, de la que no se conoce su fecha de su construcción y que en cuanto a su estilo, imita el de la de la Panadería. En la actualidad se utiliza como sede de la Junta Municipal del Distrito Centro.

A lo largo de la historia la plaza ha sufrido tres grandes incendios y sus correspondientes reconstrucciones, así como numerosas reformas urbanísticas, haciéndose responsables de los proyectos a los arquitectos más relevantes de cada época.

La plaza tiene nueve puertas de accesos, siendo la más conocida la del Arco de Cuchilleros, obra de Juan de Villanueva. Está situada en la esquina suroeste de la plaza y da salida a la calle del mismo nombre, donde se encuentran los restaurantes más típicos de la ciudad, como el conocido Casa Botín, famoso entre otras cosas por estar considerado el más antiguo del mundo, según el Libro Guinness de los Records y por las personalidades que han asegurado disfrutar del sitio, como Hemingway, Graham Greene o Indalecio Prieto, entre otros.

Es la plaza más bella y armonizada de la ciudad, debido en gran medida a su trazado rectangular y a la proporción de sus edificios. De estilo barroco, sigue las trazas herrerianas. Sus lados miden 129 metros de largo por 94 metros de anchos y está totalmente cerrada y porticada. Los edificios tienen tres alturas, además de la planta porticada y los áticos. Los soportales se sostienen mediante pilares de granito y en ellos podemos encontrar todo tipo de comercios tradicionales, dedicados en su mayoría a atender al sector turístico. En el centro de la plaza se encuentra la figura ecuestre del Felipe III, regalo del Gran Duque de Florencia al monarca, trasladada desde su emplazamiento anterior en la Casa de Campo a instancias de Mesonero Romanos durante el reinado de Isabel II.

Escenario de toda clase de actos públicos, en ella todos los domingos se celebra el Mercado Filatélico y Numismático y en diciembre el tradicional mercadillo navideño, donde puedes encontrar cualquier objeto relacionado con estas fechas tan emotivas. Pero además, también se siguen celebrando toda clase de espectáculos a lo largo del año.



viernes, 23 de septiembre de 2011

RESTAURANTE CASA LUCIO

DATOS PRÁCTICOS:

NOMBRE: Casa Lucio
DIRECCION: Cava Baja, 35 – 28005 Madrid
TELÉFONO: 91 365 82 17
HORARIO: De lunes a domingo de 13:15 a 16:00 horas y de 21:00 a 24:00 horas – Cierra los sábados a mediodía y en agosto.
ESPECIALIDAD: Cocina castellana/madrileña
PRECIO MEDIO: 50 euros
SERVICIOS: Aceptan tarjetas de crédito y tiene aparcacoches




Este restaurante es uno de los que tienen mayor solera de la capital, aunque Botín o Lhardy le llevan ventaja en cuanto a antigüedad. También de los más famosos.

Sin lugar a dudas, los huevos rotos (huevos estrellados de toda la vida) de Casa Lucio se han convertido en un referente y, aunque los he comido en alguna ocasión, considero que tiene otros platos mucho mejores y a tener en cuenta, como los callos con garbanzos, judías con faisán, rabo de toro, besugo a la espalda o cochinillo al horno. Con respecto a los postres, es típico tomar el arroz con leche, que lleva una capa de caramelo líquido en la parte superior que se quema como en la crema catalana, aunque yo prefiero la tarta de hojaldre.

El marisco es fresquísimo y variado: cigalas, percebes, gambas de Huelva, langostinos de Sanlúcar, ostras gallegas o langosta, pero caro de narices. Si encima no controlas el vino, te crujen, por lo que os aconsejo que pidáis un vino de la casa, que al tratarse de un Marqués de Cáceres, no está nada mal.

La decoración no es nada del otro jueves. Hay quien se cree que por ser un restaurante famoso, al que acuden a comer muchas personalidades, incluido el rey, es el colmo de la finura, pero nada de eso: es lo más parecido a una típica tasca ilustrada madrileña con demasiadas mesas para mi gusto y siempre lleno hasta la bandera. Tiene una capacidad para 130 comensales, pero siempre se queda pequeño, por lo que os aconsejo que reservéis antes de llevaros una sorpresa.

En cuanto a precios, lo encuentro algo caro, pero también existe la posibilidad de tapear en la barra, que resulta más asequible y la calidad se mantiene.


El servicio es muy rápido y eficaz, quizás porque hay mucha demanda y no es que doblen los turnos, sino que los deben triplicar. Pero si por algo se caracterizan es porque los camareros son muy atentos y serviciales, siempre solícitos en el caso de necesitar consejo. Quizás porque el patrón (Lucio Blázquez) sigue al pie del cañón.


Para terminar, os dejo está simpática poesía del inigualable actor Paco Rabal:

"No hay huevos en toda España
y me los juego contigo,
como los huevos de Lucio
y no exagero en decirlo.
Estos huevos que destaco
están con patatas fritas,
pero con raro misterio
que excitan el apetito


COMO LLEGAR:
Como es habitual si quieres moverte por el centro de Madrid, lo más práctico es recurrir al metro, no sólo porque te evitas atascos innecesarios, sino porque es el medio de transporte más rápido. Para llegar a este restaurante, situado en los aledaños de la Plaza Mayor, la estación más cercana es la de La Latina, de la línea 5.

Si aún así decides ir en coche, hay dos aparcamientos públicos cercanos, aunque suelen estar hasta los topes.




RESTAURANTE DOMINIO DE ARTAGÜ

DATOS PRÁCTICOS:

NOMBRE: Restaurante Dominio de Antargü

DIRECCION: Ronda de Atocha, 16 – 28012 Madrid

TELÉFONO: 91 527 52 44

HORARIO: De lunes a sábado de 13:00 a 17:00 horas y de 20:30 a 23:30 horas - Domingo cerrado

ESPECIALIDAD: Cocina de mercado

PRECIO MEDIO: 50 euros. También tienen menú degustación (29,95 euros), menú ejecutivo (19,90 euros) y menú maridaje (50 euros) elaborado por una enóloga.


La semana pasada, junto con unos amigos, fui a cenar a este restaurante-vinoteca. No lo conocía, pero me habían hablado muy bien de él. Si vas despistado es muy posible que te pase desapercibido, porque al tratarse de una vinoteca, la primera impresión es que se trata de una tienda de delicatessen con un amplio escaparate, a no ser que veas los carteles que lo indican o que te fijes en que tiene una planta superior.



El resultado fue muy positivo. La decoración es impresionante, ya que nada más pasar el umbral te encuentras con un dilatado pasillo, lleno de estanterías de cristal donde se nos muestran una inmensidad de botellas (dicen que hay más de 10.000 de 500 referencias) y una gran variedad de precios. Antes de entrar en el restaurante, cuyo acceso se encuentra a la izquierda de este pasillo, puedes pararte a tomar algo en unas barricas colocadas al efecto a modo de mesas que hay en este espacio.



El restaurante, en sí o en la sala en la que estuve, es bastante amplia, debido en cierta medida a sus altos techos, engalanados con una impresionante lámpara. Para los grupos tienen un apartado especial.



Con respecto a la cocina, tanto los entrantes como segundos platos estaban deliciosos. Su especialidad es la cocina de mercado o lo que es lo mismo, no se especializan en nada, pero todo lo que hacen depende de la calidad de las materias primas. Y tengo que admitir que en este caso la premisa se ha cumplido con creces. Los entrantes, estupendos: elegimos mejillones de la ría en escabeche, anchoas del cantábrico y croquetas. Yo me tomé como plato principal un solomillo de buey al gusto que estaba en su punto, gustoso y sabroso, pero mi marido se tomó una merluza en salsa verde y gulas que estaba como para quitarse el sombrero de haberlo llevado.



El servicio de lo más profesional, atento y servicial y en cuento a lo precios, nada que objetar, porque nos salió por 40 euros y la verdad es que nos pareció adecuado.




COMO LLEGAR:
El restaurante se encuentra en la Ronda de Atocha, muy próximo a la estación de trenes, en la zona denominada “Barrio de las letras” por unos o “Triángulo del arte” por otros.



Lo más práctico, dado que es una zona donde aparcar es complicado, es utilizar el metro; La estación más cercana es la de Atocha (línea 1) o las de Lavapiés o Embajadores (línea 3). También, dado que nos encontramos en pleno centro de Madrid, hay muchas líneas de autobús que pasan por la zona.








jueves, 22 de septiembre de 2011

MADRID

Madrid, con más de tres millones de habitantes en el casco urbano y otro millón en el extrarradio, es la capital de España desde 1561 en que fue elegida para tal por Felipe II por su céntrica situación peninsular. Por igual motivo la red viaria y ferroviaria española se ha trazado radialmente. Por esto se la considera el cruce de todos los caminos de la denominada “piel de toro”, centro neurálgico de la vida política por residir allí el Parlamento y los monarcas, centro financiero por acoger la sede social de las grandes empresas, centro administrativo por tener las sedes centrales de las administraciones públicas, etcétera.

Haciendo un poco de historia, la primera referencia que se tiene del lugar es del siglo IX, cuando Mohamed I mandó construir una alcazaba en los terrenos que posteriormente ocuparía el Palacio Real. Pero Madrid no dejó de ser una villa hasta que en el siglo XVI Felipe II trasladó a su corte de Toledo.

El momento de mayor esplendor se vive durante los siglos XVII y XVII, con la dinastía de los Austrias en que se empiezan a construir palacios, conventos e iglesias que han dado pie a denominar a las zonas aledañas, “Madrid de los Austrias”.


La llegada de la dinastía borbónica tuvo su máximo exponente en la figura de Carlos III, también conocido como “El mejor alcalde de Madrid” y fue obra suya dotar a la ciudad de Museos, academias o bibliotecas, coincidiendo su reinado con La Ilustración. Y así hasta el siglo XX, la ciudad ha ido viendo sucederse movimientos culturales y artísticos, que plasmaban las inquietudes de la población.


Los distritos

Se articula en 21 distritos urbanos, estando descentralizada la actuación municipal con centros de distrito que evitan el presunto colapso de unos gigantescos servicios globales.

Fue concebida desde el racionalismo y a pesar de su tamaño de metrópolis es bastante sencillo moverse por esta hermosa ciudad. En este sentido hay que resaltar que las vías de comunicación peninsulares se diseñaron tomando como punto de partida la capital. Desde este centro peninsular se extienden las carreteras y vías férreas de forma radial, lo que garantiza unas perfectas comunicaciones.

Igualmente, siguiendo este sentido racionalista, con el que ha sido diseñada esta ciudad, se halla rodeada de tres grandes rondas de circunvalación, lo que facilita los desplazamientos por la ciudad, sin necesidad de tener que pasar por el centro urbano, muy colapsado por las interminables obras municipales y porque diariamente se mueven en el casco urbano más de dos millones de vehículos.

Para un turista no existe necesidad de moverse en su propio vehículo. Los transportes urbanos son de lo mejor de Europa: metro, tren, autobús y taxi cubren toda la ciudad, teniendo unos horarios continuados y articulándose unos con otros desde la Estación de Atocha
, desde donde se conecta incluso con el aeropuerto

Tampoco es complicado moverse. Independientemente de que el metro nos lleva a cualquier zona de la misma rápidamente, se distribuye alrededor de una arteria principal, en la que se hallan los edificios emblemáticos, las estaciones ferroviarias y los principales establecimientos de todo tipo de la urbe. Y en las barriadas las calles reciben nombres del mismo tipo, lo que facilita la búsqueda.



De compras por Madrid

Se puede encontrar todo, absolutamente todo. Ya sean productos comerciales, ofertas culturales o movimientos de cualquier tipo. Porque es un conglomerado de pueblos y culturas, como destino que es de la inmigración interior y de la emigración exterior.


La inmensa mayoría de los que viven en la ciudad no son madrileños, aportando a la ciudad sus costumbres y sus culturas, de donde se obtiene un enriquecimiento cultural sin parangón en toda España. 

El principal punto de interés es el Rastro, que a pesar de tener miles de puestos callejeros, se abarrota de miles y miles de compradores. Imprescindible visitarlo porque es un inmenso zoco en el centro mismo de la ciudad. Conveniente ir en metro, para evitar problemas de aparcamiento.


En centros comerciales lo tiene todo. Destacan La Vaguada que fue el primer supermercado español y El Corte Inglés, con diferentes edificios repartidos por la ciudad, siendo el más impresionante el de Castellana, que engloba diferentes edificios en función de las diferentes necesidades.


Un poco de cultura
El arte encuentra su meca en esta ciudad, a la que se han desplazado desde época inmemorial los artistas de provincias en busca de una oportunidad. Esto ha generado ambientes tan típicos como el Café Gijón.

Siendo la capital de España alberga los Museos más importantes de España, con derecho de pernada sobre las piezas más significativas del resto de los museos. Entre ellos destacan el Museo Nacional de Arte Reina Sofía, el Museo del Prado, el Museo Thyssen Bornemisza, el Palacio de Cristal en el Retiro y el Museo Arqueológico Nacional. Aunque la variedad de exposiciones culturales es ilimitada, como el Templo de Debod, un auténtico templo egipcio trasladado de su emplazamiento original piedra a piedra.

Caminando por el centro

Tiene un pulmón llamado Casa de Campo. Junto a este pulmón se hallan elementos de ocio tan significativos como el Zoológico, el Parque de Atracciones o las ofertas callejeras femeninas.

Pero, a pesar de la aparición de enormes barriadas construidas en el estilo posmodernista preconizado por Le Corbusier, mantiene intactas sus señas de identidad.

Fue modernizado por la dinastía de los Austrias, conservando hermosísimos edificios y espacios abiertos de tal época.

- La Puerta del Sol, corazón de la ciudad y punto cero de todas las carreteras radiales españolas. En la plaza se hallan las estatuas de Venus y las de El oso y el madroño, símbolos de un pasado muy remoto.

- La Plaza Mayor, porticada, destinada a acoger espectáculos para solaz de la corte.

- El Palacio Real es el más grande de los palacios europeos, se conserva en muy buen estado.

- La Plaza de España, dedicada a los míticos Quijote de la Mancha y Sancho Panza.

- La Gran Vía, la gran arteria comercial de España.

- El barrio de Chueca, reconvertido por el ambiente homosexual en uno de los barrios mas elegantes.

- Lavapies, zona alrededor de la cual se agrupan los antiguos teatros madrileños, así como diversas tertulias literarias.

- La Puerta de Alcalá, entrada emblemática de la ciudad que se halla junto a los Jardines del Buen Retiro, donado por Carlos III a los madrileños.

Pero esto es simplemente un aperitivo de la inmensa oferta madrileña. Pues ha sido durante muchos años la Meca de la cultura y del comercio español, y por ello en esta metrópolis se reproducen todas las facetas culturales de las demás regiones españolas y de muchos colectivos extranjeros.

Es por lo que puedo afirmar, con toda rotundidad, que en Madrid puedes encontrar todo. Desde una ciudad arquitectónicamente muy interesante, hasta la mayor oferta cultural y deportiva, pasando por una gran variedad de restaurantes y otros establecimientos de ocio.

Por eso se sigue diciendo que “de Madrid al cielo…"