lunes, 20 de agosto de 2012

TABLAO DEL BEREBER, Jerez de la Frontera

Jerez de la Frontera, 42 grados a la sombra.

- Qué calor hace, esto no hay cuerpo que lo aguante!

- Por qué no vamos a tomar algo al Bereber?

- Con esta temperatura? Nos vamos a asar!

- Venga, vamos, que está aquí al lado

Jerez, Plaza del Mercado (donde los campesinos acusados de terroristas de La Mano Negra fueron ajusticiados a garrote vil), julio de 2006.


- Vamos andando?

- Sí, está en la calle Cabezas, la que une San Mateo con San Lucas.

. Pues he pasado por ahí un montón de veces y yo no he visto ningún bar.

- Veréis qué bonito

Ante su insistencia los demás nos dejamos arrastrar por su entusiasmo. Este barrio jerezano está magníficamente conservado, pues sus habitantes se han gustado de mantener su sabor medieval. Aquí se hallaba el mercado, de ahí su nombre, y actualmente es un conglomerado de palacetes islámicos, Museos, palmeras y callejuelas de piedras y trazado irregular.

- Aquí es, en el número 10.

- Pero esto aquí no hay nada. Es un portón normal, como los demás de la calle. Te estás quedando con nosotros?

- Pasad y alucinad

Efectivamente, alucinamos. El portón daba paso a un pasillo de paredes de ladrillo, con arcos de medio punto y pavimento de losas. Tras dejar atrás un discreto control de seguridad entramos en un patio abierto que nos hizo creer que habíamos retrocedido en el tiempo.

Dos de las paredes eran murallas con almenas y restos de escudos heráldicos. En una de ellas había un pequeño jardín con una fuente y algunos ejemplares botánicos de gran altura. Muy hermoso y muy agradable el sonido del agua.

Las otras dos paredes del patio conforman una galería con estilizadas columnas de capiteles de castañuelas sosteniendo arcos de medio punto. En un piso superior ventanales con sabor a otros siglos.

Distribuidos por aquel espacio abierto una serie de mesas islámicas con sillas cristianas. Como si fuese una película, pero con la diferencia de ser un lugar fresquísimo donde nos olvidamos del tórrido calor de la calle.

Enfrente, en una de las galerías cubiertas una serie de pinturas, rescatadas de otras épocas, de carácter renacentista. Hechas con tal habilidad que a distancia parecían relieves.

- Buenas tardes, qué van a tomar?

- Pues vamos a tomar un poco de tranquilidad. Aquí se está estupendamente.

- Y de beber?

- Si no te importa, avisa a Marco. Es un amigo.

- Vale, en seguida.

Y, muy pronto, apareció sonriente el amigo Marco Antonio, con su barba al estilo Gasol. Delantal, pantalones vaqueros y camiseta con el emblema del local.

- Hola, no sabía que trabajabas aquí, Marco.

- Ya llevo una temporadita.

- Pero tú no estabas en el centro

- Sí, cualquier día me largo, esperando estoy a que me avisen para las pruebas físicas para policía. De momento, aquí me gano la vida.

- Esto es muy bonito, Marco.

- La mayoría de las casas de este barrio son así. Esta era la residencia de los Gaitanes. Como muchos edificios terminan en manos del ayuntamiento, en plan ruinoso. La vendieron por muy poco y en cuanto iniciaron las obras comenzó a aparecer de todo. Y el propietario se dijo: esto hay que ponerlo como estaba.

Un rato después Marco cogía las llaves del local y nos lo enseñaba entero. Salvo el patio delantero el resto se hallaba cerrado porque el Tablado Bereber se distribuye en ámbitos de uso diferenciado, una discoteca, un local flamenco, dos zonas vips y un patio trasero para celebraciones discretas.

Si alguien pasa por San Mateo le recomiendo que entre a tomarse algo. Pero si quieres reservar cenas-espectáculos flamencos como mínimo un día antes, y una comida al menos cuatro horas de antelación. Eso, si hay suerte, porque es un local con un inmenso éxito.

- Venga, vamos, os voy a enseñar el Bereber.
Y el amigo Marco fue abriendo puertas y encendiendo luces haciendo de amable cicerone dejándonos con la boca abierta a los que todavía no conocíamos dicho palacete.

- Esto dicen que se construyó en el siglo XVI. Al menos eso dice Laureano, el arqueólogo que trabaja al lado, en el Museo Arqueológico. Pero otros dicen que esto es del siglo XIII, reformado posteriormente por los señores cristianos que habitaron el edificio.

- Es muy bonito.

- La mayor parte de las casonas de este barrio de San Mateo son así, de estilo andalusí. Esto salió a subasta por ná y menos y ha sido todo un pelotazo. En cuanto comenzaron a picar los muros empezaron a aparecer pinturas y arcos. Lo primero que encontraron fue aquella columna del fondo Y menos mal que los albañiles fueron cuidadosos y no han roto casi nada.

- Se siente una en otra época.

- Ha bastado quitarle el yeso y la cal de años posteriores para que todo el palacete morisco surja en todo su esplendor. Esta bodega la utilizamos como discoteca, tiene otro patio de desahogo.

- Es muy fresquita.

- Sí, mucho, incluso en días de calor como hoy Seguidme por estas escaleras Esta sala es donde se celebran cenas-espectáculos. Sobre aquella tarima actúa nuestro cuadro flamenco. Tiene un aforo de unas 100 personas.

- Más o menos, hay diez mesas, entre columnas y arcos de medio punto, de unas ocho personas cada una. Debe ser un buen espectáculo, cuesta 95 euros por persona.
- De lo mejorcito que se puede encontrar en Jerez. Todos los días, excepto domingos y lunes que cerramos. Siempre llena, hay que reservar una semana antes por lo menos.

- Algún día me gustaría presenciarlo.

- Es una experiencia cuasi religiosa. En este entorno medieval, dentro de esta sala que parece mágica y con una cena de categoría el flamenco suena y resuena como en ningún otro sitio. Seguidme. En la plana superior una zona Vip. Bonita, eh?

- Preciosa. Divanes, cojines, decoración árabe, esas lámparas tan hermosas, una atmósfera tranquila. Aquí deben volar las horas sin darse una cuenta.

- Se ve el espectáculo flamenco desde estas barandas, en la planta de abajo. Este es el mejor lugar del Bereber para una tertulia tranquila o para tomarse una copa tranquilamente Vamos al otro lado.

- Sí, vamos, estoy impresionada. Este local es mucho más de lo que aparenta.

- En este patio realizamos algunas celebraciones como comuniones, despedidas de solteros o solteras, etcétera

- Despedidas? Con?

- Con todo, naturalmente. En este local adjunto, suelen haber discretos espectáculos para esos momentos especiales. El patio tiene salida directa a la calle.

- Es precioso, tanto el patio como el localito. Y tan distinto al resto del Bereber.

- Aquí se ha intentado que cada sala tenga un ambiente distinto. Por estos pasillos se llega a otro de los patios. Este se utiliza poco, pero también es muy bonito.

- Vaya, ya estamos de vuelta. Todo precioso, gracias, Marco.

- De nada, Ana. Voy a traeros algo de beber, hasta luego.

- Hasta luego, Marco Antonio, dejemos que el tiempo repose tranquilo entre palmeras, almenas y fuentes. No hay prisa, o no debiera haberla nunca en este paraíso.

Aquella fue mi primera vez. Desde entonces, cada vez que visitamos la casa de un amigo que tenemos en el barrio de San Mateo, solemos irnos los cuatro al fresquito del patio delantero del Bereber. Un local abierto a finales del año pasado que lleva camino de convertirse en una de las enseñas de la historia de Jerez.

Yo lo recomiendo, una consumición allí vale igual que en cualquier otro establecimiento y no es un establecimiento cualquiera. Es el Tablado Bereber, nada menos, un local para soñar con los ojos abiertos.

3 comentarios:

  1. Maravillosa Recomendación y reseña.
    Un abrazo.

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  2. Que interesante, tiene buena pinta, qué lastima que no hayas puesto fotos para verlo, pero bueno intentaré imaginármelo y si alguna vez vuelvo por Jerez de la Frontera, que no será en verano, desde luego que pasaré a verlo.
    Besos.

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  3. Madre mía, menudo sitio. No me extraña la alucinación general. :-)

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